La alegría, que caracteriza a Juquila en la semana mayor desapareció de un día para otro gracias al bloqueo que los de Yaitepec reactivaron la noche del lunes 15 de abril.
Un pueblo fantasma, así podría describirse al santuario de fe más visitado del sur de México, y el tercero a nivel nacional, el santuario de nuestra virgen de Juquila, que para esta semana Santa se esperaba (de acuerdo a los números de años anteriores) una afluencia de alrededor de 100 mil visitantes, con una derrama superior a los 30 millones de pesos.
Y hoy, no hay nadie en las calles, ningún negocio abierto porque para qué abrimos si nadie llegará a comprar señalan los comerciantes.
Yaitepec ha logrado su objetivo, destruir la economía de Juquila, de Zimatlán, Sola de Vega, Juchatengo, la región Chatina y la región de la Costa.
Yaitepec con sus bloqueos ha hecho más daño que el Huracán Paulina y los sismos del 2017 y 2018, buscando que la fe de los fieles disminuya.
Hoy en el Juquila desolado, quizás si haga falta un milagro, un milagro que haga entender a Yaitepec que el daño que le causan se lo hacen a ellos mismos, porque, ¿Qué sería de Yaitepec sin Juquila, su economía y su Pueblo?
