Feb 18, 2020 | 0 Comentarios

Autoridades no registran nueve de cada 10 casos de tortura en Oaxaca

Miguel Ángel Maya Alonso

Las autoridades penitenciarias y de seguridad pública de Oaxaca omiten registrar la tortura por el sólo hecho de no querer llamarlo así, por lo que cerca del 90 por ciento de los casos denunciados, sobre todo por personas privadas de su libertad y detenidas no se registran, así lo detallan los datos del estudio Impunidad y Negación de la Tortura en Oaxaca, Informe sobre Tortura y Tratos y Penas Crueles, Inhumanos, o Degradantes 2017-2018.

“Los resultados obtenidos en la información de los expedientes, nos indica que existe un subregistro considerable de casos de tortura por no registrarla detalladamente, o por no querer nombrar a la tortura como un hecho que ocurre de manera cotidiana en el estado de Oaxaca”, indica el informe del Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Gobixha (CODIGODH).

Existen calificaciones que no corresponden a la tortura cuando en muchos de los casos se cuentan con elementos para hacerlo, a través de los testimonios o en el cuerpo del expediente, reportes médicos, o las lesiones que la misma víctima describe. En estos casos se suele optar por calificar a la tortura como Tratos o Penas Crueles Inhumanos o Degradantes (TPCID), lesiones o simplemente no nombrarla.

El informe insiste que, a parte de la falta de denuncias de la tortura, en Oaxaca existe más de un 90 por ciento del total de casos de tortura sin registrar por parte de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) y más de un 75 por ciento de casos sin registrar como TPCID.

“Esto incrementa el subregistro a cifras inusitadas, lo cual contribuye a la invisibilización del fenómeno y a la impunidad de este, que a su vez impacta en la credibilidad de las instituciones impartidoras de justicia e incentiva la no denuncia de los hechos”, señala el documento.

Las carencias que identificadas en la documentación de los casos son: descripciones insuficientes de los métodos de tortura, falta señalar los tiempos de las detenciones, los lugares en donde fueron torturados, las secuelas físicas y psicológicas de las personas víctimas, y nombrar con mayor precisión las diferentes corporaciones policiales que tuvieron participación en los hechos.

Abusos policiales derivan en tortura

CODIGODH destaca la importancia de la denuncia en los abusos policiales puesto que de esto se derivan hechos de tortura y TPCID. Además, la mayoría de los casos de tortura ocurren en el momento de la detención y en los traslados hacia donde se presentarán ante la autoridad, otro tanto ocurre en los centros de detención hacia población privada de libertad.

“Si bien existen corporaciones policiales que torturan más que otras, la mayoría de ellas no están exentas de cometer tortura y TPCID. Sobresale el tema de tortura en Centros Penitenciarios. El sólo hecho de encontrarse privados de su libertad, es un factor de alta vulnerabilidad para sufrir tortura y TPCID”, explica el informe.

El objetivo de los centros de reinserción social en el estado de Oaxaca, no cumplen con su misión. Por el contrario, atentan contra todo lo que se proponen como institución.

“Las personas detenidas carecen de atención a sus necesidades básicas como son: alimentos salubres y en buenas condiciones, acceso a espacios de esparcimiento, acceso a llamadas telefónicas, acceso a visitas familiares, acceso a atención médica e incluso se obstruye en muchos casos el acceso a un trabajo digno. En un ambiente tan precario y violento, es difícil que las personas privadas de su libertad se reinserten a la sociedad”, afirma la investigación.

Destaca además que, en el ámbito penitenciario, se observa total injusticia cómo las personas privadas de su libertad ven disminuidos sus derechos humanos, por tratarse de afrentas a su dignidad e integridad personal. “En los centros penitenciarios existen estigmas sobre las personas privadas de libertad y eso permite el abuso”.

Son mínimos los registros de oficiales

Con base en información otorgada por la DDHPO, la investigación revisó 84 casos entre el 2017 y 21018, el 58.33 por ciento (49), fueron casos de tortura y el 42.68 por ciento (35), fueron casos de TPCID. De estos casos, la Defensoría tenía contabilizados únicamente tres como tortura y 12 como TPCID.

Se contabilizan en 2017 un total de 14 casos de tortura en las oficinas centrales y 11 más en las oficinas regionales. Para 2018, tiene contabilizado un caso de tortura en las oficinas centrales y dos en las oficinas regionales. El total de casos de tortura registrados por la DDHPO en los años 2017 y 2018 es de 28. Lo cual indica al menos 21 casos de tortura sin registrar.

“En cuanto a la incidencia de la tortura en nuestro registro, en el año 2017 se observa que se acumularon 31 casos lo cual representa el 63.26 por ciento del total de ambos años y, en el 2018 se detectaron 18 casos que representan el 36.73 por ciento del total. Es decir, se observó un decremento de un 26.53 por ciento de casos de tortura, entre el año 2017 y 2018. Por lo que respecta a los TPCID se observa que en el año 2017 sumó 18 casos y el año 2018 contó con 17 casos sin mostrar una diferencia significativa entre uno y otro año”, destaca CODIGODH.

El perfil de las personas que vivieron tortura o TPCID, indica que la mayoría de ellos (67 casos) son varones, lo cual equivale al 79.76 por ciento y 17 casos son de mujeres lo que equivale al 20.23 por ciento de los casos.

Directores de penales los que más torturan

El 35.71 por ciento de los casos de tortura revelados en el diagnóstico fueron cometidos por los directores de penales, el 27.38 por ciento de los casos por los custodios, el 20.23 por ciento de los casos corresponde a torturas realizados por agentes estatales de investigación y el 17.85 por ciento de los casos a los Policías Municipales.

En cuanto a los métodos de tortura utilizados por los perpetradores en orden descendente de frecuencia se encuentran: golpes (en diversas partes del cuerpo), amenazas (de dañar a sus familias, de rociarlos con gas, de acusarlos de crímenes que no cometieron), posiciones forzadas, esposamiento y privación de alimentos.

Fuente: EL PÁJARO POLÍTICO

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